La purpurita está compuesta de un mineral llamado "purpurita", que es un fosfato de manganeso y hierro. La purpurita puede tener una textura granular y puede variar en la intensidad de su color.
La purpurita se asocia a menudo con el desarrollo de la conciencia espiritual, la meditación y la profunda autocomprensión. Se dice que apoya las cualidades de introspección y estimula la creatividad.
La purpurita a menudo está vinculada al chakra de la corona (Sahasrara), que se encuentra en la parte superior de la cabeza y se considera el centro de la conciencia superior, la espiritualidad y la conexión con lo divino. En las prácticas espirituales y energéticas, se cree que la purpurita puede ayudar en la apertura y activación de este chakra, facilitando el acceso a una comprensión y una conciencia más profundas.